MITOLOGÍA CELTA.
MITOLOGÍA CELTA.
La cultura y la religión se fusionan para dar lugar a la denominada mitología celta, una serie de relatos que se encargan de identificar a un conjunto de pueblos que además de ocupar generalmente territorio europeo, Los Pirineos e Islas Británicas compartían el idioma celta y una estructura sociocultural bastante similar.
Puesto que el periodo correspondiente a la Edad de Hierro es el que aporta por decirlo de alguna manera el escenario para la creación de estos relatos con los correspondientes Dioses Celtas como protagonistas, se sabe que la pérdida del idioma original fue una de las razones por las que esta mitología no logró conservarse intacta y se dieran las condiciones para que surgieran una serie de ramificaciones que tienen todo que ver con las variaciones del idioma céltico.
Tipos de Dioses en la mitología celta
Las divinidades de un relato mitológico ayudan siempre a visualizar los rasgos más autóctonos de un grupo social, es por esto que a continuación mencionaremos una breve clasificación de las más importantes deidades celtas.
Dioses ancestrales. Los conceptos naturales son los que dominan sobre los dioses más antiguos, en esta categoría también se incluyen a las deidades locales o tribales, quienes en algunas ocasiones fueron comparadas con las divinidades romanas.
Dioses de Irlanda. Este grupo de dioses también tiene su participación en estos relatos especialmente cuando se trataba de temas de guerra y cuestiones oscuras.
Dioses de Gales. Los manuscritos provenientes de Gales también hacen su aporte para presentar a diferentes deidades objeto de culto.
Héroes. Si bien no son dioses, estos personajes también hacen parte importante de esta mitología, es así como sobresalen nombres tan populares tales como: Merlín, Ogmios y Manannan.
Respecto a los dioses sobre los que se encuentra una mayor cantidad de datos destacan Dagda, Lug, Nuada, Ogmios-Ogmé, Brigatina, Morrigane y Epona.
Símbolos de la mitología celta
Cabe señalar la trascendencia de la simbología celta en el desarrollo de su mitología, pues estas representaciones son las que enriquecen tanto la narrativa de las historias como el mensaje que transmiten. Por lo tanto la tierra, el aire y el agua se plantean como los tres signos principales que asimismo se conectan entre sí.
En cuanto a habilidades sobresale la marcada capacidad de comunicación de la cual disponían tanto los dioses como las entidades participantes en los mitos, además de presentar a la naturaleza siempre como la fuente más grande de protección y fuerza.
Finalmente y a manera de curiosidad, el concepto de pecado para los celtas era realmente distinto y jamás fue entendido tal y como lo manejamos en la actualidad.
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